top of page

AMODIO DEBEKATUA La primer sensación

  • Foto del escritor: Jimena Monroy
    Jimena Monroy
  • 18 mar 2021
  • 5 Min. de lectura



Siempre supe que mi vida terminaría algún día. Toda mi vida le tuve miedo a este momento, al día en el que todo se hiciera negro, ese momento en que mis sentidos se irían apagando poco a poco y creo que ha llegado el día.


Aunque suene extraño no siento miedo, tengo mucho frío y en mi cabeza hay pensamientos muy fugaces de ciertos momentos que toda mi vida odié, ahora pienso que mi cabeza siempre los ha tenido presentes, porque tal vez debí de hacer algo al respecto en vez de acostarme a llorar, pero creo que ya es muy tarde para eso, porque moriré.

Antes de morir, quisiera contarles un poco de mi vida, para que le den un mensaje a una persona muy importante.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco; así comencé a contar hasta que mi respiración se logró calmar, me encontraba dentro de un cuarto obscuro, dentro de la universidad donde estudiaba, normalmente tenía ese tipo de crisis donde lo último que quería era cruzar palabra con alguien más, por eso solía encerrarme mucho y platicar con pocas personas.


Toc - Toc

- ¿Jimena?, ¿Eres tú?, Tenemos que utilizar el salón, deja tus dramas y abre la puerta.


Algún idiota estaba del otro queriendo fastidiarme así que tenía que salir rápido y largarme de la escuela, y lo hice; mientras me alejaba corriendo del salón solo alcanzaba a escuchar las risas burlonas diciendo “pobrecita” “ha de estar enferma”, seguí corriendo hasta que llegue a un desnivel, ahí logre amenizar mi paso ya que nadie estaba detrás de mí, a menos nadie que yo conociera. Eran como las 21 horas, así que la visibilidad dentro del desnivel era muy poca, solo escuchaba mis pasos estrellarse en los charcos del piso, junto con mi respiración. De pronto sentí una presencia, al final del túnel pude escuchar el sonido de alguien encendiendo un cigarrillo con cerillos, de pronto, el sonido del fuego seguido de alguien fumando, mi visión solo notaba el fuego del cerillo encendido que solo fue por un instante.

Mi corazón comenzó a palpitar rápidamente, dentro de mí, dije “una crisis aquí no por favor”, así que comencé a caminar rápido para salir lo más pronto posible de ahí ya que sentía que esa persona que estaba ahí parada por alguna razón ya sabía que yo estaría ahí, me estaba esperando, pero no sentía miedo, tenía adrenalina dentro de mi cuerpo, por alguna razón eso me emocionaba y bastante. Faltaban unos 15 pasos aproximadamente para pasar a lado de la persona que estaba fumando y correr fuera del desnivel, fue cuando noté que comenzó a acercarse, sus pasos y los miso comenzaron a juntarse uno con el otro mientras mi corazón palpitaba de una forma que sentía que lo podía escuchar como si una bomba estuviera a punto de explotar, llegó a mí un olor a tabaco junto con loción de hombre muy fuerte y deliciosa, pensé que es persona iba a postrarse frente a mí; pero no, solo paso a un lado. Alcance ver únicamente unas botas negras y un pantalón del mismo color ya que el lugar estaba muy oscuro, lo único que obtuve fue el roce de su mano con la mía, sus dedos tocaron los míos de forma muy dulce y rápida y siguió su camino al otro lado del desnivel yo me quede petrificada totalmente de pie sin poder dar un paso más hacia mi destino, simplemente no pude, fue como si el tiempo se hubiese detenido en ese aroma, en ese instante, en esas manos.


Después de quedarme unos 15 segundos parada en la nada, tuve que seguir mi camino ya que el desnivel no estaba muy amigable que digamos, al salir a la luz de la luna, mis piernas aún temblaban y mi cabeza daba vueltas para tratar de entender lo que había pasado, de forma automática levanté la mano para hacerle la parada al camión y me subí.

-Por el Walmart por favor.

Sabía que faltaban aproximadamente 30 minutos para llegar a mi destino así que decidí tomar mis audífonos, perderme en mi música y tratar de recordar si sabía quién era esa persona tan misteriosa que rozó mi mano, mientras recordaba no sé por qué tenía una sonrisa del tamaño de mi cara, como si se tratara de alguien que conociera y muy bien, pero mi cabeza no podía recordar nada hasta que empezó una canción, “Island in the sun” de Weezer.


When you're on a holiday

You can't find the words to say

All the things that come to you

And I want to feel it too

On an island in the sun

We'll be playin' and havin' fun

And it makes me feel so fine

I can't control my brain

Hip, hip

Hip, hip

Island in the sun - Weezer





Fue como si mi mente explotara y rápidamente salte del asiento y pude decir en voz alta !Él!, todos los que abordaban el camión voltearon a verme con cara de antipáticos ( y nos los culpo), eran ya como las 10 de la noche y los días en México en este tiempo no eran los mejores yo regresé en sí apenada y me clavé nuevamente en los audífonos y terminé perdida en otro mundo mientras escuchaba la canción, me comencé a sentir mareada como si hubiera girado, tanto que no podía sostener la cabeza sobre mi cuerpo y de pronto el camión paró, miré por la ventana y estaba el Walmart, bajé rápidamente y sentí algo diferente, era el mismo lugar pero algo había cambiado, no le di mucha importancia y me apresuré al Walmart antes de que lo cerraran porque debía comprar unos víveres que me hacían falta en casa, después de 2 minutos de estar caminando me percaté que se escuchaba la misma canción de Weezer, lo que me pareció una simple coincidencia, entre al supermercado y continuaba la canción , no me importo y corrí a hacer mis compras, noté que el super estaba lleno como si fueran las 3 de la tarde, eso sí se me hizo extraño, pensé que había algún tipo de venta nocturna o liquidación, pero yo seguí con mis compras y cada que dejaba de pensar en ellas, notaba que la canción seguía de fondo, pero mi conclusión fue que traía los audífonos colgando y tal vez había dejado reproduciendo la canción.


Salí del supermercado y por fin había dejado de escuchar esa canción, espere a ver si pasaba algún taxi que me llevara a casa pero no tuve éxito, ya habían pasado 5 minutos y estaba muy peligroso; a punto de pedir un Uber, vi unas luces a lo lejos, rogué que fuera un taxi, mientras más se acercaba más fuerte se escuchaba aquella canción, sí, otra vez esa canción que ya empezaba a fastidiarme, el carro no era un taxi así que no le hice la parada, pero él se detuvo frente a mí y abrió la puerta, en cuanto la puerta se hizo hacia mí, me llego aquel olor , ese olor que me dejó temblando y con una voz suave pero gruesa me dijo -sube yo te llevo. Yo estaba con el corazón al mil por hora, cuando levanté la mirada para poder ver su rostro, noté que no estaba equivocada, ya nos conocíamos, no éramos amigos, pero nuestras almas ya se habían unido alguna vez en una plática, en un par de versos. No lo pensé mucho cuando lo reconocí, simplemente hice una pequeña mueca mientras con mi cabeza negaba y subí a al automóvil, el me regreso el mismo gesto mientras encendió el carro y al momento que metió la primer velocidad para arrancar comenzó aquella canción.


Continuará...

 
 
 

Kommentare


Email

© 2023 by Lea Beeauty. Proudly created with Wix.com

bottom of page